понедельник, сентября 10, 2007


CANADA. PRIMERAS IMPRESIONES.

De regreso de Canadá, casi sin energías y con un montón de trabajo acumulado, no quiero posponer escribir algunas de las impresiones del viaje. Lo más lamentable fue la ausencia de Mariana, mi hija mayor. No tiene pasaporte -gracias a la "generosidad" de cierta persona (pero esa es una historia demasiado oscura para contarla en público) y por tanto, no puede salir del país-. A Mariana le hubiera encantado la ciudad y el viaje en general. Hecha esta lamentación de rigor, tengo que confesar que la ciudad me encantó. La conferencia a la que fui -Latin American Studies Association- no fue ni de lejos lo que yo esperaba. Aunque en verdad estuve todo el tiempo tan desvinculada de todo que tampoco puedo tener una impresión muy fiel de lo que pasó. Pero de cualquier manera ahí estuve, presentando un panel donde Laura y yo tuvimos que hacer malabares para que fuera mínimamente decente. La experiencia, definitivamente, fue buena porque me enseñó dos o tres cosas que ignoraba y que son esenciales para que ciertas cosas funcionen. Otro de los saldos buenos fue que conocí a gente que me interesaba conocer, gente que ha estado trabajando temas que me interesan y a los que he leído más o menos con bastante frecuencia, pero no tenía idea de quiénes ni cómo eran. Alfredo es definitivamente el maestro de las relaciones públicas, y esa es una faceta que no le conocía a mi gran amigo. A él y a Daniel les agradezco mucho lo que hicieron por mí en Canadá. Por razones de logística no pude ir a ninguna de las pocas conferencias que me interesaba ir -otra cosa más en la maleta de la aprendizaje: nunca debo llevar a una bebé a este tipo de eventos: es agotador para ella y para mí sobre todo, además de que ata de manos y pies-.
La parte turística: Montreal es una ciudad en que la podría vivir. Tiene un cierto encanto que no sé definir bien. No sé si es la mezcla de gente de todas partes del mundo que se puede ver ahí, o que casi todos sean bilingues y acepten que uno mal hable un idioma sin mayores traumas. O es el ritmo de la ciudad: ver a la gente en las paradas, esperando la guagua para ir a trabajar, o en bicicleta, de ida o vuelta a la escuela con la mochila al hombro, o el barrio chino, o la parte vieja de la ciudad... Supongo que es eso y es mucho más. Creo que también tiene mucho que ver el hecho de cómo me trataron en la frontera: como una persona, sin acoso, sin miradas de sospecha, y también el apartamento minúsculo donde me quedé, en el centro de la ciudad, tan pequeño, tan íntimo y acogedor.
De regreso de Montreal me entero que mi prima Dayne tiene una gran amiga en esa ciudad, que además, fue muy amiga de mi hermana también; me entero de que Bill, un amigo de Bosnia que vive en California, a quien conocí en San Pedro, Belize, estuvo viviendo también en esa ciudad por muchos años y que su hermana aún vive ahí; me acordé también que una amiga que tuve en la universidad, Mai Tu Anh, vivía hace algún tiempo en esa ciudad -ahora no sé si siga ahí o dónde pueda estar-. Definitivamente, una semana no fue suficiente para conocer la ciudad: los dos primeros días fueron totalmente perdidos entre la inscripción, el cuidado de Carmen y el poco tiempo que me quedaba para terminar un paper que al final resultó un desastre. Tampoco fue suficiente el tiempo con Laura, me hubiera gustado pasar más tiempo juntas, poder hablar con calma y sin apuros. Pero no se pudo. Me hubiera gustado conocer otras partes de la ciudad y no sólo el reducido perímetro que alcanzaban mis pies.
Pero no me quejo: al menos tengo ahora varios libros que me mandaron de Cuba, películas, música, fotos y cartas. Y quizás por eso, por abrazar a Laura y por conocer la ciudad, valió la pena el viaje de más de 48 horas por carretera.
Hay muchas otras impresiones por compartir. Pero tampoco ahora tengo tiempo.

2 Comments:

Blogger IvanDariasAlfonso said...

Damaris:
Vi tu nombre en el programa de LASA y me dio mucha alegría. Espero que tengas tiempo para que sigas contando. A lo mejor presento algo el año próximo. Veremos si hay funds para tal viaje.
Un abrazo

Iván

5:38 AM  
Blogger Juana la loca said...

Iván,

el otro año, marzo del 2009, es en Rio de Janeiro. Vamos a armar algo, no te parece? sería buena idea. Luego te escribo con calma a tu correo. No he tenido respiro. Un beso y un abrazo, que estés bien.

Damaris

7:54 AM  

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