LOS 33 AÑOS A LOS QUE MI HERMANA NUNCA LLEGÓ
Hoy mi hermana cumple 33 años. Pero no está. Nunca estará. Casi nunca pasamos nuestros cumpleaños juntas. Desde muy temprano, a los 12 años, yo me bequé y ya casi nunca nuestros cumpleaños coincidieron. Casi nunca nuestras vidas coincidieron. Vi a mi hermana viva por última vez hace ya diez años. Ella tenía 23 y acababa de graduarse de Lengua y Literatura Francesa en la Universidad de La Habana. Su sueño era dedicarse a la traducción y tradujo alguna cosa de Marguerita Youcenar, creo. También escribió algún cuento en francés, con el cual ganó un premio en la Alianza Francesa de La Habana. Yo estaba y estoy tan orgullosa de ella.
Las cosas pudieron ser distintas. Tenían que haber sido distintas.
No puedo pensar en Yeli de manera fría, como si fuera ajena. No puedo aprender a lidiar con este dolor permanente, con esta impotencia de no poder cambiar las cosas, de tener que pensar siempre en pasado. Es vivir una vida incompleta. Estar completamente sola.
Si nos fuera dado elegir, yo hubiera cambiado cada día de esta tonta vida mía por la de ella, hubiera elegido morir yo.
Hoy su tumba está llena de mariposas.
Hoy mi hermana cumple 33 años. Pero no está. Nunca estará. Casi nunca pasamos nuestros cumpleaños juntas. Desde muy temprano, a los 12 años, yo me bequé y ya casi nunca nuestros cumpleaños coincidieron. Casi nunca nuestras vidas coincidieron. Vi a mi hermana viva por última vez hace ya diez años. Ella tenía 23 y acababa de graduarse de Lengua y Literatura Francesa en la Universidad de La Habana. Su sueño era dedicarse a la traducción y tradujo alguna cosa de Marguerita Youcenar, creo. También escribió algún cuento en francés, con el cual ganó un premio en la Alianza Francesa de La Habana. Yo estaba y estoy tan orgullosa de ella.
Las cosas pudieron ser distintas. Tenían que haber sido distintas.
No puedo pensar en Yeli de manera fría, como si fuera ajena. No puedo aprender a lidiar con este dolor permanente, con esta impotencia de no poder cambiar las cosas, de tener que pensar siempre en pasado. Es vivir una vida incompleta. Estar completamente sola.
Si nos fuera dado elegir, yo hubiera cambiado cada día de esta tonta vida mía por la de ella, hubiera elegido morir yo.
Hoy su tumba está llena de mariposas.
7 Comments:
Hola Juana la Loca:
Cuando vi la foto de tu hermana se me hizo tan familiar. ¿Habría estado tu hermana en la beca del Bahía? Yo estudié historia entre los años 1991 y 1996. Dime si coincidimos. Besitos:
Tadeo
(el amigo de Ivan Darias)
Hola, Tadeo,
Sí, ella estuvo becada en Bahía durante toda su carrera (Lengua y Literatura Francesa, 1993-1998). De hecho, esa foto es en su beca en Bahía. Saludos,
Damaris Puñales.
Oye, si tú estudiaste Historia, entonces debes haber coincidido también con una gran amiga mía, de Matanzas, que estudió Historia, pero se graduó en 1994. Ella se llama Silvia Hernández Godoy, ¿la conoces?
Besos
damaris
Hola Damarys, no sabía nada de esto, que pena. Me ha emocionado mucho tu escrito.
un fuerte beso
Magui
Veo la foto y me conmuevo cómo la vida nos implora seguirla sintiendo como un acto fugaz, del cual no sabemos en qué momento perdimos la memoria...
Las lágrimas solo abonan el dolor...
Op
Qué duro, Damaris, no conocía esta historia.
Qué dolor cuando se tronchan vidas jóvenes, llenas de amor, de talento, de futuro... y esa vida nos es tan querida... no sé cómo se vive con eso.
Te mando un abrazo tan fuerte tan fuerte...!!!
Hola Damarys:
Estaba repasando tu blog cuando encontré esta foto de tu hermana y me dije: "¡yo conozco a esta muchacha!".
Estudié la misma carrera que ella en la FLEX, pero entre 1992-1997. La recuerdo perfectamente, porque además también estudiaba en la Alianza.
Siento mucho lo que cuentas. Ella era una dulzura.
Tienes razón, no hay nada más doloroso que afrontar la pérdida de una persona joven llena de talento y ganas de vivir.
Te mando un fuerte abrazo,
Sl2
http://chez-isabella.blogspot.com/
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