LA FELICIDAD
Una tarde cualquiera. Buen tiempo -el invierno al fin se va, y la brisa fría que corre parece menos con el sol de regreso. Carmen y Mariana plantan algunas flores, al menos eso es lo que pretenden: en realidad se llenan de fango por todas partes. Cristián está sentado en algún banco y yo, de pie, tomo un té, preparado en una tetera bella que Cristián me acaba de regalar. Mami planta algunas flores en unas macetas, con la esperanza de que, en pocas semanas más, nos alegren la casa. Esta tarde he sido feliz. Y eso basta para vivir.
Una tarde cualquiera. Buen tiempo -el invierno al fin se va, y la brisa fría que corre parece menos con el sol de regreso. Carmen y Mariana plantan algunas flores, al menos eso es lo que pretenden: en realidad se llenan de fango por todas partes. Cristián está sentado en algún banco y yo, de pie, tomo un té, preparado en una tetera bella que Cristián me acaba de regalar. Mami planta algunas flores en unas macetas, con la esperanza de que, en pocas semanas más, nos alegren la casa. Esta tarde he sido feliz. Y eso basta para vivir.