вторник, июня 09, 2009



Y estas ganas de no hacer nada:

¿Qué hacer cuando no se quiere hacer nada, cuando no se puede hacer nada? Estar paralizados, de frente a una pared en blanco, con el mundo a tus espaldas, empujando duro tan duro que no puedes más, que quieres gritar, llorar, echar a correr. Pero ya no hay sitios hacia los cuales correr. Nadie te espera en ninguna parte. Estar en la nada, flotando sobre lava espesa. Si tan sólo se poseyeran las palabras, si nos fuera dado desnudarlas, volverlas a vestir, maquillarlas, cambiarles el peinado, la luz que las expone o esconde. Pero no hay palabras, no hay caminos. Sólo este montón de incertidumbres que no llegan ni siquiera a miedo, sólo este hastío de verte cada mañana en el espejo y no reconocerte. ¿Adónde te fuiste, cuándo, con quién? Esta mala copia tuya no tiene sentido, no quiere tenerlo tampoco. ¿Es mejor quedarse quieto, esperar a que alguna puerta se abra, a que el sol caliente el cuarto y confiar en que te calentará a ti también? No lo sé. Dudas, dudas y tantos tantos...